I
Los
obsesionados con las conspiraciones feministas.
Los razonamientos de los conspiranoicos antifeministas son parte de verdad y mucha parte proviene de un machismo innato que teme el poder de la mujer que resurge...por eso hablan mucho de lo malas que son las feministas pero nunca dicen nada del machismo que es y ha sido muchísimo peor. No entienden o no quieren recordar que el feminismo es una consecuencia del machismo. Y el hecho de enfocarse siempre en una polaridad y no decir nada de la otra es olvidar una parte de la verdad y posicionarse...cuando hombres y mujeres dejen de posicionarse en un bando u otro habremos encontrado realmente el equilibrio
Los razonamientos de los conspiranoicos antifeministas son parte de verdad y mucha parte proviene de un machismo innato que teme el poder de la mujer que resurge...por eso hablan mucho de lo malas que son las feministas pero nunca dicen nada del machismo que es y ha sido muchísimo peor. No entienden o no quieren recordar que el feminismo es una consecuencia del machismo. Y el hecho de enfocarse siempre en una polaridad y no decir nada de la otra es olvidar una parte de la verdad y posicionarse...cuando hombres y mujeres dejen de posicionarse en un bando u otro habremos encontrado realmente el equilibrio
II
Esos
hombres que parecen tener muy en cuenta la problemática femenina,
que hasta critican a otros hombres que son desconsiderados con las
mujeres… mmm…
Sí que impresionan, cualquiera se va con la finta de su sensibilidad y conciencia. Hablan con tanta reprobación de los hombres groseros, que llegamos a pensar que jamás demuestran una conducta semejante… pero, ¡oh, desilusión!
Tener en cuenta la problemática femenina es casi un método para lograr sentirse mejor consigo mismo. ¡Es cierto! Un hombre que ya ha lastimado a otras mujeres tiene una actitud sensibilizada y defensiva con respecto a eso. Tiende a reparar más en la conducta de otros hombres y a juzgarlos. Un hombre que ya ha lastimado a otras mujeres, sabe, en cierto nivel, que engaña a novias, amigas, vecinas, hermanas, abuelas, hijas, compañeras de escuela y de trabajo… el caso es que necesita la seguridad constante de que no es tan malo como otros hombres.
Cuando nos topemos con uno así, hay que considerar la posibilidad de que sus diatribas en favor de las mujeres sean sólo una proyección, que su “sensibilidad” para con las mujeres no sea más que una manera de disimular antecedentes dificultosos e intenciones cuestionables.
Sí que impresionan, cualquiera se va con la finta de su sensibilidad y conciencia. Hablan con tanta reprobación de los hombres groseros, que llegamos a pensar que jamás demuestran una conducta semejante… pero, ¡oh, desilusión!
Tener en cuenta la problemática femenina es casi un método para lograr sentirse mejor consigo mismo. ¡Es cierto! Un hombre que ya ha lastimado a otras mujeres tiene una actitud sensibilizada y defensiva con respecto a eso. Tiende a reparar más en la conducta de otros hombres y a juzgarlos. Un hombre que ya ha lastimado a otras mujeres, sabe, en cierto nivel, que engaña a novias, amigas, vecinas, hermanas, abuelas, hijas, compañeras de escuela y de trabajo… el caso es que necesita la seguridad constante de que no es tan malo como otros hombres.
Cuando nos topemos con uno así, hay que considerar la posibilidad de que sus diatribas en favor de las mujeres sean sólo una proyección, que su “sensibilidad” para con las mujeres no sea más que una manera de disimular antecedentes dificultosos e intenciones cuestionables.