A
medida que perdía los estribos, fui perdiendo también mis años. Con él,
las cosas son al revés. Lo peor de todo es que no me
regañaba en español. Me
reclamó que me las diera de persona guais.
que está tlahuele, se siente huey
tlatoani y
no llega ni a macehual.
¡A
ver si
encuentra quién le traduzca! Y si encuentra, que no llore.
imposible no leerlas, era necesario hacerse una coraza
de piedra que no tengo,
para dejar de sentir la rabia y la impotencia
de aquellos que se veían atacados
y sin cómo defenderse.
y sin cómo defenderse.
El
caralibro tiene un recurso, el inbox.
Sirve para todos los enjuagues por
debajo de la mesa. Me sentí como empresaria gringa, vendiéndole armas al
enemigo en una guerra cualquiera.
debajo de la mesa. Me sentí como empresaria gringa, vendiéndole armas al
enemigo en una guerra cualquiera.
No
le hagan caso, está borracho, era
el mensaje atómico que se corrió como
no son de su temática, que no respeta a la
gente, porque los llena de mensajes
frívolos y él ya la conoce de
mucho tiempo para estar hasta los cojones de
verla en todas partes, porque es más egoísta que víctima.
verla en todas partes, porque es más egoísta que víctima.
había relatado que relató
en el grupo, o si las pone, que no se le vea mucho la
cara, para que
no sean utilizadas maliciosamente; que se debe, en cuerpo y
alma, al recuerdo de que le hackearon las cuentas de correo y el foro que
administraba, que apuntala toda su decencia en el hecho de que sigue con el
miedo de que cualquier persona que se le acerque en la red, sea esa gente.
alma, al recuerdo de que le hackearon las cuentas de correo y el foro que
administraba, que apuntala toda su decencia en el hecho de que sigue con el
miedo de que cualquier persona que se le acerque en la red, sea esa gente.
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