Trolear o no trolear... he ahí el dilema. ¿Y qué puede ser más levantado para el espíritu? ¿Poner la otra mejilla cuando se recibe una bofetada, o contestar al abusivo con un puñetazo de la misma proporción del que se recibió? Quizá resulte mejor engañar al enemigo, sentarse a llorar para su beneplácito, para que se confíe y entonces, aprovechar el momento propicio para darle una buena puñalada por la espalda...
lunes, 8 de diciembre de 2014
Cortometraje
Éste vídeo se ha hecho con el fin de despertar conciencias, más que de señalar. En un mundo en el que están cambiando las formas de comportarse, cambian también las posibilidades de trabajo. Todos podemos convertirnos en trolls, por coraje o por necesidad, tomémoslo en cuenta. Gracias por verlo. Si les gustó, denle like y compártanlo en sus redes.
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